Lo que NUNCA, y NUNCA es NUNCA! hay que hacer

... porque una ya no tiene 15 años!

Estas vacaciones de Semana Santa se me ocurrió hacer unas carreras con mis hijos en las que a pesar de darlo todo no conseguí muy buenas posiciones. Me resultó imposible mejorar mis marcas, que en estos momentos están entre 3º de infantil y 2º de primaria, tirando más a la primera. Al terminar acabé con unas agujetas que en mi vida. La idea inicial es muy buena, nos lo pasamos genial y tenía a todos mis hijos encantados y orgullosos de tener una mami runner. Y yo más contenta que unas castañuelas, pedí unas zapatillas de correr para mi cumpleaños. Ya estaba soñando con medias maratones,...

El jueves nos fuimos a la casa de campo de unos amigos a pasar el puente que tuvimos aquí, y durante la tarde del viernes a alguien se le ocurrió organizar a los niños unos juegos, entre ellos carreras contra el reloj. Pues bien, con cierto pique que tenía y deseosa de mejorar mis marcas me animé a hacer mi carrera al puro estilo pueril, esto es sin calentar ni estirar, porque yo lo valgo.

Esperé mi turno con mis polluelos a mi alrededor mirándome con orgullo, así que me crecí y salí dándolo todo. A escasos diez metros de la salida se me rompió la dignidad. En medio de un silencio sepulcral sólo pude escuchar una risilla entrecortada de un adulto, ejem, y la vocecilla decepcionada de Misegundo diciendo "mamá, pero si tú corres mucho más!" Me quedé petrificada por el dolor de la pierna y el del alma.



Diagnóstico: Rotura Fibrilar por idiota.
Pronóstico a corto plazo: Malo, porque para que no me duela tengo que sentarme, y eso no es posible en la mayor parte del día. Zapatillas al armario por idiota.
Pronóstico a largo plazo: Medio maratón, todavía sueño con ella, seré idiota!