En una de estas ocasiones, a pocos minutos de salir de casa si es que quería llegar puntual al colegio, me encontré dando de comer a la niña que estaba desesperada del hambre que tenía, con el de tres años a mi lado, en pijama, sin ninguna intención de vestirse (a ver si con suerte no iba al colegio esa mañana). Aunque muchas veces me las había apañado vistiéndole con una mano y suplicándole que colaborara, aquel día no tenía ganas de cosas raras. Entonces vi que el niño llevaba unas pegatinas de círculos rojos y que estaba intentando coger una para ponérmela en la frente. Se ve que me había portado bien aquel día. Le pedí el papel y le propuse que por cada prenda que se pusiera él solito, le pondría una pegatina sobre ella. Le encantó. Se vistió solo mientras yo le daba el pecho a la niña eso sí, entre vítores de alegría.
Nota 1: Al rato hay que recoger todos los circulitos rojos que se van desprendido de sus prendas.
Nota 2: Mi hijo se sabe vestir perfectamente del Osasuna, del Real Madrid, de Spiderman y de Peter Pan. De lo demás, no. Y sí, los tiene hexagonales.
jajaja, ay, como conozco yo a esos nignos de tres agnos!!! ;-)
ResponderEliminarQué alegría verte por aquí!
EliminarJa ja, qué mérito tienes y que arte contando las cosas!
ResponderEliminarOye, pues gracias!
EliminarHola Laura, he visto que te has pasado por el blog. Encantada de que te haya gustado y espero que te sirva con tus peques. Lo de las pegatinas es un puntazo, jejeje, es que con los peques tenemos que tener una imaginación y una imporvisación a prueba de pequeños con recursos. Hasta pronto.
ResponderEliminarLaura
Jolin que de entradas desde la última vez que edru e por aquí! Que ya te imaginaba atareada...
ResponderEliminarPues nada... A ir apuntando ideas que el camino es largo y mi pizquilla sólo tiene año y medio y unos ovarios también hexagonales!