martes, 11 de diciembre de 2012

Vuelta al cole, 2ª parte

Poco ha durado la alegría por la vuelta al cole.

El viernes fue genial, coincidió con la puesta de la decoración navideña de las aulas con la colaboración de mamás y papás (papá), merendola incluida, música por todas partes y cachondeo asegurado. Para colmo, al finalizar acabó ganándose una visita a casa de un amiguito.

El lunes estuvo bien. Mimaridín estaba saliente de guardia y pudimos ir los dos a llevarlos al cole. Pasó un día estupendo y le dieron la mascota de la clase (muñeca de trapo) para traerla a casa. Todo un acontecimiento.

Esta mañana no pintaba nada mal. Ha desayunado y se ha vestido en el tiempo previsto. Ha hecho la cama e incluso ha venido conmigo hasta el coche, pero después de atar a los pequeños y mientras empezaba a cargar artículos pueriles varios, me he dado cuenta de que el chiquillo no estaba. Pensé inicialmente que había ido a buscar algo súper imprescindible en el último momento, práctica habitual entre mis infantes, pero al terminar la carga el niño seguía sin aparecer. Voy a buscarlo y me lo encuentro sentado en el suelo. Se queda. Dice que se queda.

Por desgracia para Mimaridín, no soy una mujer que brille por su puntualidad. Tiendo a llegar un pelín justa, así que este tipo de imprevistos me destrozan la logística mañanera. Como me doy cuenta de que tengo que actuar con rapidez comienzo diciéndole lo que le quiero y que vamos a hablar en el coche. NO. Cariño, cuando bajes del autobús te voy a dar un abrazo muy grande y me vas a acompañar a comprar al mercadona, solos!. NO. Uff, el tiempo corre. Te compro una pelota para llevar a tu cole, pero si vas contento!!! NO. Ya no llego al inicio de la clase fijo. Laura, discurre!! Damos un paseo en bici? Te llevo al parque? Te compro una moto a las 16? Coche a los 18? Lo tengo! Te pongo un piso cuando acabes la carrera!!
Ante las negativas continuas, el tembleque del bolsillo y con mi paciencia agotada, entramos de cabeza en fase dos. Pues tu te quedas, pero yo tengo que llevar a los demás al colegio así que adiós. Ahora sí el infante entre gritos y lágrimas se levanta y sube al coche.

De camino he hecho un lavado de cerebro realmente bueno! Hemos recordado todo lo chulo que hay en el cole y lo bien que se lo pasa con sus amiguitos, pero la llegada ha sido apoteósica, así que mejor no entro en detalles.

Por suerte, una seguidora me mandó hace poco un mural que había hecho a sus hijos de 6 y 4 años para que fueran contentos al colegio:


Así que con esta idea y lo que vaya pensando a lo largo de la mañana, tendré que montar algo para que esta vuelta al cole un tanto peculiar sea lo más llevadera posible.

Nota 1: Gracias Lutxi!!

Nota 2: Alguna sugerencia?

3 comentarios:

  1. Puf! Mi hijo tiene días. Hay días que va al cole brincando cual cabritilla alegre y comentando al de amiguitos que tiene y lo maravillosa que es su profe. Y otras que hay que ir arrastrándolo y con los consabidos lloros y chantajes emocionales de "¡Mamiiiiii! ¡No me dejes sólooooo! ¡Mamiiiii!". te aseguro que la que se va llorando soy yo. No tengo ni idea de cual es la clave del éxito para que el peque vaya contento al cole. Mi madre dice que a nosotros nos pasaba igual, pero que ella no se andaba con miramientos: "Al cole porque es lo que hay".

    Espero que ese mural tan bonito te ayude. Piensa que el periodo de adaptación normal es de tres meses. Habrá que darle su tiempo, supongo.

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  2. Lo del chantaje es lo peor, encima te quedas hecha polvo toda la mañana...

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  3. Es complicado a veces la adaptación... Lo del mural es muy buena idea, puede ir pegando gomets o pintando los días que vaya contento al cole y cuando llegue a los días que tú creas (por ejemplo empieza con tres si realmente le cuesta mucho entrar en el cole o con cinco y después aumentas) le das aquello que le has prometido si va contento esos días al cole... Refuerzo positivo siempre!!! Mucho ánimo.
    Aly.

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