Creo que esta es una buena entrada para un lunes. Cuando hay niños en casa normalmente todos tienen muchas cosas interesantísimas que contar, por lo que tendrán que alzar la voz en muchas ocasiones si es que quieren hacerse oír. Claro, si uno habla más alto que el de su lado, entonces el del otro lado hablará más alto que el anterior, y el siguiente u otra vez el primero, pues más alto que este último si es que todavía se puede. De lunes a viernes cuando los niños están en el colegio, se pueden encontrar y disfrutar algunos momentos de silencio, pero los fines de semana no sé en vuestras casas, pero en la mía no hay tregua!!. A veces el nivel es tan alto que hay que pararlos para que regulen y vuelvan a empezar a contar las cosas desde un nivel inferior.
Hay un juego muy tonto pero que alivia un poco cuando la cosa está un poco desmadrada. Yo suelo practicarlo en la mesa cuando desayunamos, comemos o cenamos, pero se puede hacer en cualquier ocasión. Consiste en ver quién consigue estar más tiempo hablando muy muy bajito, casi en un susurro. Sinceramente, no aguantan casi nada, a veces no son más que unos segundos, pero después de esto en ocasiones tenemos unos minutillos en los que podemos disfrutar de la comida sin que se nos atragante!!
Feliz semana a todos.
Ay que buena cosa!
ResponderEliminarLa verdad que me declaro fan del silencio... Será porque en casa hay poco.
La pizquilla es aún muy pequeña para este juego, a ver si se me ocurre como versionarlo para que no chille tanto en sus gorjeos! Que desde el portal se la oye!