Bendita ignorancia

Hace tiempo que no me siento al ordenador para abrir el blog, ni siquiera pensaba que iba a hacerlo hoy, pero quizá una conversación matutina con una vecina de habitación, quizá una buena noticia, quizá algo que ahora no me viene a la cabeza, me ha animado a hacerlo. De unos meses a esta parte he aprendido mucho a pesar de haber preferido seguir siendo una ignorante en este tema, ahora hablo con Mimaridín de niveles en sangre y orina de sodio, albúmina, creatinina y otros parámetros que jamás había escuchado antes. Me conozco la función renal mucho mejor que durante mis años en la facultad y controlo efectos y reacciones adversas de fármacos que pensaba que sólo existían en los libros que estudiaba y no en el botiquín de mi casa.

Ya os conté por encima en este post que el tercero de mis hijos había estado malo. En ese momento le diagnosticaron un problema renal crónico que si bien es "muy pesadito" tiene muy buen pronóstico a largo plazo. Lo que no entendimos en ese momento fue el significado de la palabra "pesadito", pero pasadas las vacaciones de Semana Santa no nos quedó ninguna duda. Llevamos desde entonces tres ingresos demasiados largos y a pesar de que el último todavía no ha terminado, ya vamos viendo la luz al final del túnel. Analíticamente el niño está mucho mejor y con un poco de suerte pronto estará tostándose al sol de verano.

En este tiempo hemos aprendido todos muchísimo, los papás, los hermanos y el niño. Hemos aprendido a dividirnos para llegar a lo esencial, a simplificar lo secundario y a ignorar lo superficial, a respetarnos y apoyarnos para poder llevar esta situación lo mejor posible. Hemos aprendido de los niños, que con su sinceridad y naturalidad han tenido gestos de cariño con su hermano que nos han hecho llorar. Y hemos aprendido del niño que a sus cinco años recién cumplidos, está aguantado como un campeón todos estos días y ha comprendido a la perfección qué le pasa y las razones por las que no podemos estar en casa con sus hermanos si bien, el pobre está un poco harto y de vez en cuando pone malas caras a todo el que entra por la puerta con bata blanca (claro que si me hubiera faltado un poco de raciocinio y educación, en ocasiones yo los habría abofeteado,...).

Con tiempo os iré contando montones de ideas que hemos tenido para llevar estos días lo mejor posible, y los juegos que nos han ayudado a pasar tantas largas horas. Os contaré cómo de la noche a la mañana nos hemos convertido también en profesores de educación infantil y lo enriquecedor que está resultando serlo.

En cuanto a mi pequeña? Estupendamente. Por primera vez estoy deseando tener un embarazo de elefanta. El síndrome del nido? Controlado e inhibido. Como podréis imaginar no tengo absolutamente nada preparado, y apenas he tenido tiempo para comprarle un lazo, y cuando lo he tenido me ha faltado la inspiración, así que como canta la canción "tengo (bueno, tendré) una muñeca vestida de azul,..."

Nota 1: Muchas gracias a mi familia y a la de Mimaridín por vuestro cariño y ayuda incondicional.

Nota 2: Muchas gracias  a todos nuestros amigos por ofrecernos vuestro apoyo y estar tan pendientes de la evolución de nuestro hijo.

Nota 3: Muchas gracias a todo el servicio de pediatría del Hospital de San Juan de Alicante y al servicio de pediatría del Hospital La Fe de Valencia, por su excelente labor, paciencia y dedicación.