Soy sólo una mamá feliz de cuatro varones y ahora también una niña, que desespera y disfruta educando cada día. En este blog, quiero contar tanto los trucos que me han servido como los que no, así como aquellos que me han contado y que aunque no los haya puesto en marcha, me han parecido prácticos, divertidos o al menos curiosos.
miércoles, 20 de febrero de 2013
Rutinas II
La semana pasada escribía este post para introducir las rutinas en casa y poco a poco ir mejorando o reforzando algunos aspectos que no van del todo bien. Sin embargo, para los más pequeños (2-5 años) es preferible ponerles algo un poco más atractivo, como el gusanito de rutinas que aparece el la imagen.
La idea en sí es la misma. Lo primero de todo, explicaremos al niño en qué consiste el juego con todo lujo de detalles y dejando que participe, después le indicaremos que para hacer el punto 2, tendrá que quedar hecho el 1, que para pasar el 3, pasaremos primero por el 1 y por el 2, que para empezar el punto 4, los tres anteriores deberán estar terminados,... Le diremos que hay que alimentar al gusanito con caras sonrisas, o con pegatinas de Spiderman, Cars, princesas... que iremos poniendo en la cartulina que hemos colocado para este fin a su lado y que para poder conseguirlo tendrá que portarse bien siguiendo el orden establecido, pero sobretodo si (en mi caso y para esta quincena) se viste solo!
Con los más chiquitines, tendremos que acercarnos varias veces al gusanito para recordarles qué es lo que toca hacer en cada momento hasta que lo aprenda.
Llevo ya tres semanas trabajando con el niño de esta manera. Se sabe a la perfección todo lo que tiene que hacer desde que llega del colegio, y aunque todavía nos queda mucho trabajo está más tranquilo, feliz y contento.
¡Qué buena idea! así con esa iniciativa les divierte y luego ya se van acostumbrando y lo hacen por si mismos, y cuando lo aprenden al menos no hay que ir constantemente detrás de ellos, haz esto, haz lo otro...un saludo!
ResponderEliminarGracias! Me alegra que te haya gustado!!
EliminarAy, nena. ¿Y qué hago yo con uno de 9 años, que se sabe la rutina perfectamente, pero se dispersa más que los corderitos huyendo del lobo?
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