jueves, 17 de mayo de 2012

Macarrones o tortellinis en su defecto

Llevo una temporada escuchando a mis hijos chincharse entre ellos continuamente: "soy el mejor", "me ganaste porque eres un tramposo", "me voy a chivar", "jejeje, eres un manta",... Yo sé que es normal, las madres del colegio se quejan de lo mismo, en el parque el resto de niños se comportan igual que los míos y recuerdo como si fuera ayer no dejar tranquilos a mis hermanos que hoy adoro. Sin embargo a mí me agota escucharles con el mismo tono aplastante continuamente. Así que el martes pasado, después de una pequeña demostración en público de lo que son capaces de hacer me decidí a empezar un nuevo plan de acción.


Lo primero de todo, les expliqué (a lo Chucky, lo reconozco) lo disgustada que estaba, lo triste que me sentía y lo vergonzoso que me resulta ver esa manera que tienen de tratarse. Cuando los humos se bajaron un poco, con los cuatro ya sentados a la mesa dispuestos a cenar les volví a explicar de nuevo cómo me sentía (esta vez con mi fisionomía habitual) y les enseñé un bote de cristal donde puse una pegatina. Esta vez es un trabajo en equipo. Cuando les vea muy unidos, cuando les vea jugar sin enfadarse, cuando se dirijan los unos a los otros con respeto, cuando muestren paciencia con los demás, cuando se corrijan con cariño, ... meteré un tortelinni en el tarro  (iba a hacerlo con macarrones, pero se los estaban comiendo), y al  llegar a la marca ... premio!!

Y cuál es el premio esta vez? En el colegio de mis hijos ha llegado el furor por las peonzas! El patio está lleno de niños lanzando al aire estos juguetes de colores aumentando las probabilidades de ganarse una brecha para el resto de sus compañeros. La verdad es que este juego me encanta, trabajan la psicomotricidad fina, la destreza y la fuerza de voluntad, y encima se lo pasan pipón al aire libre. Lo malo es que cada una cuesta un pastón (4€ aproximadamente según el modelo, multiplicado por el número de hijos) y duran relativamente poco. En casa hemos sacado la caja de las peonzas que han tenido que pasar por enfermería. Cinta aislante y pegamento ultrafuerte en mano, las hemos puesto a punto (más o menos) y con esas están jugando estos días mientras velo para que no casquen del todo. Cuando lleguen a la señal, pues tendremos peonzas nuevas!!

Y qué pasará después de las peonzas? Pues sinceramente, no lo sé. Seguramente tenga que pensar en otra cosa, aunque espero que algo del buenrollismo de estos días se les pegue, y si no es así, al menos nos hemos ganado un par de días con lluvia de piropos en el hogar.

Nota: Les está encantando a todos. El de ocho años me preguntaba ayer cómo tenía ideas tan buenas. En realidad ésta es de una amiga que me la contó las últimas navidades. Viste qué caso te hago? Muchas gracias por tus consejos. Guapa, espero que te encuentres muchísimo mejor!!!

5 comentarios:

  1. Es una buen idea, ya nos contaras si lo consiguen y si dura más tiempo, que espero que si. Un beso

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  2. Pues me parece una idea buenísima. Pero en mi caso, que son niño y niña, y se llevan 3 años, ¿qué premio les pongo? ¿uno diferente a cada uno? La verdad es que es horrible oírles hablarse así, pelearse, meterse uno con otro... :(
    Y como yo no he sufrido eso, pues no entiendo y no sé si después se arreglará. Rezo porque así sea.

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  3. Estamos todos para el loquero, el final de curso, las tensiones en los trabajos y lo cara que está la cesta de la compra sacan a cualquiera de sus casillas. Los niños están tan agotados de las clases... Un método para estimularles a hacer mejor las cosas. Bien.
    En cuanto al precio de las peonzas las encuentras de madera, las clásicas (no son tan molonas como los nuevos modelos) en las tiendas de chinos (lo sé, no nos gusta ese tipo de tiendas, pero te puede interesar en este momento), a 1€. A mis hijos les duran una buena temporadita.
    Ánimo con los spaguetti, tortellini, macarroni, o pasta en general.
    Después te podrían hacer un collar con toda la pasta coloreada. Por Buena madre y por tus buenas ideas y las de tus amigas.
    Sigue cuidándote, que cada día que pasa es uno menos para que llegue.

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  4. Me parece muy buena idea, además de lo que pretendes también les enseñas a esperar, que es importante también.

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  5. Ayyy! Qué mal nos están sentando los calores! Los míos tampoco paran de chincharse, y es algo que a mí también me crispa los nervios verdaderamente.
    Así que he empezado con gomets, pero creo que es más visual lo del tarro.. pero, si se chinchan, les vas a sacar tortellinis del bote??
    Ya sé que es antipedagógico, pero es que es muy anti-humano estar todooo el día escuchándolos... y eso que yo sólo tengo dos, con cuatro debe de ser ya la bomba.

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